Una mujer por un hombre cambia mucho y es imposible negar eso, hay frases como “ no voy a llorar por un hombre” o “ todos son iguales” que sinceramente son de la boca para fuera, porque por dentro cuando estamos con alguien que queremos, lo miramos y pafff se nos derriten las neuronas a tal punto que dejamos de pensar y nos volvemos tontas, perdiendo tiempo (mucho tiempo) en cosas ridículas que quizás y es probable, bueno lo digamos ello nunca lo van a notar como plancharte el pelo o pintarte a la perfección, para ellos está bien todo y les da igual.
Una mujer cambia por un hombre a tal punto que por estar con él no le importaría perder muchas cosas, a tal punto que nos olvidamos lo que sientes en ellos, que no importa si les importamos o no, porque se quede estaríamos dispuestas a aceptar un montón de cosas (que nunca hubiéramos soportado de nadie), simplemente por no quedarse solas, por no sentir que todas tus amigas el sábado a la noche salen con sus novios y vos te quedas en casa bajándote un pote de helado de 10 kilos que te va a dejar hecha una bola de grasa.
Y después de miles de veces que nos dejaron y que prometimos convincentemente no enamorarnos nunca más, lo seguimos haciendo, nos seguimos enamorando y lo peor de todo es que seguimos creyendo que vamos a encontrar a un príncipe azul.
Una mujer por amor es capaz de perder la cabeza, una mujer pierde la cabeza por un hombre.