sábado, 19 de febrero de 2011



De pequeñas memorias, de pergaminos enormes llenos de cuentos, de juegos interminables junto a la luz de la luna, de estrellas que cumplían deseos, de paseos por el jardín, de columpios, de casitas en el árbol, de arco iris después de largas lluvias, de los ojitos de mis hermanos, de el tobogán mas largo del mundo, de esas risas perfectas, de de cosas que siempre recuerdo…

viernes, 18 de febrero de 2011


Hoy por fin salio el sol, por ratito pero salio.

Y voy entendiendo poco a poco, una vez más...

Y a las maniobras de la vida, a esas escenas escondidas les dedico un trocito de mis días, por que a veces voy entendiendo que aunque me sienta así, aunque me crea así, un poco triste, un poco sola, realmente no todo es tan malo como para querer huir… Y me ciento un tanto cobarde porque se que hay millones de cosas peores en el mundo, cobarde por que siempre hay que aprender a seguir.
Y sonreí por un instante cuando pensé, en esas infinitas estrellas, en las buenas conciencias, en los testarudos que se enamoran de un buen amor, en los abrazos que todavía se sienten, en esas miradas imposibles de olvidar, en las manitos tiernas de los niños, en las risas inocentes, en las canciones que te regalan paz, en las dulces palabras que alguna vez dijo mamá, en esos llantos de felicidad, en esas risas imposibles de parar, en vos, en tu mirada única como ninguna, en los atardeceres junto al mar, en esa lagrima que derramo papá, en la alegría de verlos a todos juntos comiendo un asadito, en que siempre ahí algo bueno por recordar, siempre algo bueno por hacer aunque todo parezca estar mal…


Trocitos de libertad insuperables.

Cuando tengo que enfrentarme a las cosas de la realidad, se presume que yo tenga que ser tan real como ellas, aunque existe un punto entre lo real y lo imaginario que dudo que le pertenezca al mundo, a veces es tan fantástico soñar con ese mundo irreal, creer en trocitos de libertad insuperables pero todo se rompe una vez mas al escuchar el tic tac del reloj. Confieso que programo mi vida de maneras extrañas pretendiendo suponer que los demás creen que puedo manejarla pero en verdad las cosas no son tan así, por eso a veces me muestro tímida pero no extremadamente solo un poco, es ese poco que me ayuda a esconder lo que soy, no por querer ocultarlo, sino por ese miedo de que quieran lastimar y romper mi castillo de cristal dentro de mi que con tanto esfuerzo a lo largo de los años construí.
Podría decir que todo tiene una lógica, que las cosa parecen círculos, pero solo lo diría, ahora las cosas toman distintos caminos…







Desear y creer.

Entonces había una lejanía y una añoranza tremenda, ¿podría ofuscarse el recuerdo? O acaso ¿ trastornarse con el pasado? Sin emba...